calentamiento global

“…y hubo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de luto, la luna entera se volvió toda como sangre y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento… El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla, y todo monte y toda isla fueron removidos de sus lugares…Los reyes de la tierra, los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, todo esclavo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes… y decían a los montes y a las peñas: «Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero, porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?»” (Apocalipsis 6:7-8)

El sofocante calor es imperdonable en cualquier lugar de la capital, el endurecedor invierno ya congeló muchas vidas en Europa y parte de Estados Unidos, la corriente del niño hace su berrinche en lugares tan inhóspito dónde muchos inocentes claman ayuda inmediata. El mundo está dando ya sus últimos respiros de vida a este agobiante problema.

Si el cine nos advirtió en algún momento como se desvanecían grandes metrópolis como castillos de naipes y muchos hicieron caso omiso, actualmente la población entró en pánico al enterarse que al “Reloj del Juicio Final” le quedan dos minutos más para dar la campanada final. Una campanada de alarma mundial.

El recalentamiento global y el invernadero son dos temas polémicos que sobrepasaron a las esferas del poder de primer nivel como Estados Unidos, que por todas las cosas se opone a firmar el Potrocolo de Kioto que consiste en el tratado donde se busca reducir en un 5,2% las emisiones de los gases que emanan muchas industrias: responsables de colapsar el ambiente, así como disolver la capa de ozono en una descomposición sideral, dejando grandes orificios que permiten la entrada agresiva de los rayos ultra violetas del sol. Los responsables vienen desde las industrias de gas, las guerras biológicas o químicas; hasta por casa, como los aerosoles, y la descomposición de productos habituales (pilas, baterías, tecnopor, etc.)

Tic tac y el mundo se acabó

Este famoso “Reloj del Juicio Final” que tanto atemoriza, fue creado en 1947 producto de la era nuclear se trató de alarmar al mundo con un icono de unas manecillas de un reloj que estaba a 7 minutos de la medianoche, con el transcurrir de los años posteriores, esta figura del tiempo, se iba adelantado y atrasando mientras los eventos mundiales indicaban un suceso trascendental como la guerra nuclear o biológica; ejemplo de ello fue que entre 1991 y 1995 se logró atrasar en 17 minutos por la caída de la Unión Soviética, pero tres meses más tarde se adelantó a 5 minutos antes de la medianoche porque se descubrió que Corea del Norte realizaba pruebas secretas nucleares.

Lo sorprendente es que hace semanas atrás Corea del Norte logró ser convencido por otros países para suspender definitivamente sus ensayos nucleares que también es la causante de este problema por el alto porcentaje del plutonio que se necesita para su activación y que originaría un gran inconveniente ambiental a mayor grado. Ahora se espera que otras potencias mundiales como el difícil EE.UU. o Australia se encaminen también en esta cruzada, pese a que se pronostique que China se convierta próximamente en el primer país más contaminante del mundo desplazando a EE.UU. por producir un 60% de gases contaminante. Esto originaría una catástrofe atmosférica que dentro de pocos años se verá los espantosos resultados.

En conclusión este reloj no es más que un símbolo de lo que sería nuestros últimos días dentro del planeta tierra. Una extinción que siempre sonó como una ficción o un cuento cantado, pero que en realidad existe y está muy cerca.

Crepúsculo al amanecer

Para nadie es raro decir que las descoordinaciones de estaciones afectaron a muchas poblaciones, que el clima enloqueció y que la media estación se convirtió en el nuevo otoño. La primavera dejó de existir el año pasado y que tanto el verano como el invierno invadió fechas inusuales.

¿El mundo sigue en evolución? Pues sí, según los especialistas, el mundo siempre ha estado evolucionando constantemente, pero la mano del hombre ayuda a que vaya con rapidez, y a envejecer más a la tierra, con sus industrias y sus guerras. Por eso que los cambios son bruscos, la capa de ozono ya no protege como antes, se está desboronando, y nos deja libre de toda peligrosidad solar calentando más rápido los océanos que ocasionan las lluvias, huaicos y vientos huracanados.

Como en el Perú que pese a su diversidad climática, nos hemos vistos expuestos a ser víctimas de los huaicos e inundaciones que azotaron a muchos departamentos del norte, centro y sur, y producto de ello las modificaciones geográficas y paisajista son evidentes desde lo alto de un avión o satélite.

Además muchos, glaciares, alpes y nevadas se está deformando por su pavoroso derretimiento y advierte que la tierra se quede sin agua en los próximos años, y así la humanidad inicie un clandestino negocio del agua, hasta convertirlo en oro líquido mientras numerosos pueblos en sequía agonice.

El mundo se acaba, eso sí, nada es eterno dicen muchos adagios, la solución está en la creatividad para sobrevivir, o que las grandes potencias inviertan a favor de la investigación de la conservación planetaria; las campañas están por todos lugares, los minutos pasan y cuando marque la hora tal vez sea muy tarde. Meditemos y atrasemos al reloj que marca las horas.

Para agencia de noticias Total News - Buenos Aires- Argentina 2007